Jini
y Anya
«Antes, durante los paseos, me daba miedo todo lo que me rodeaba. En la calle tenía tanto miedo que siempre quería escapar, del susto no escuchaba las palabras de mi dueña y no me interesaban las golosinas.
Y si pasaba una persona sospechosa o se oía un ruido fuerte, tiraba de la correa con tanto miedo que podía hacer caer a mi dueña, y tardaba mucho en calmarme.
Por eso mi dueña también se volvió nerviosa y durante los paseos estaba tensa y muy preocupada.
Después de la consulta con Lucy y de seguir el plan de corrección, ahora paseo tranquila y ya no tiro de la correa.
Si algo me asusta, me calmo rápidamente y disfruto comiendo mis premios en cualquier lugar, incluso en el consultorio del veterinario o al lado de un tractor ruidoso y aterrador.
Y mi dueña ahora está contenta y tranquila durante los paseos, porque sabe qué hacer incluso si me asusto mucho.»